El invierno es una época exigente para tu moto. Entre la humedad, el frío y, a veces, la sal en las carreteras, es crucial preparar tu moto para que se mantenga en buenas condiciones durante toda la temporada. Aquí tienes una guía completa para mantener tu moto y conducir con tranquilidad, sean cuales sean las condiciones.
Limpia a fondo tu moto
Empiece con una buena limpieza. Elimine el barro, el polvo y los residuos que pueden acelerar el desgaste de las piezas. Utiliza agua tibia, un desengrasante adecuado para la cadena y cepillos suaves para las zonas delicadas. Tras el lavado, asegúrate de secar bien la moto para evitar que se oxide.
Lubricar la cadena y los componentes
La humedad invernal puede dañar la cadena y los desviadores. Aplique un lubricante específico para condiciones húmedas para proteger estas piezas esenciales. Recuerda limpiar el exceso para evitar que se acumule la suciedad.
Comprobar los frenos
Los frenos están sometidos a un esfuerzo especial en invierno, sobre todo en carreteras resbaladizas o mojadas. Asegúrese de que las pastillas de freno no están desgastadas y de que los cables están tensos. Una revisión en nuestro taller puede ser una buena alternativa para comprobar que todo está bien.
Comprobar los neumáticos y su presión
En invierno, elige neumáticos más anchos y con buen agarre para evitar resbalones. Reduce ligeramente la presión para mejorar el agarre, pero no la bajes demasiado para evitar el riesgo de pinchazo.
Protege tu moto
Si guardas la bicicleta en el exterior, considera la posibilidad de invertir en una funda impermeable. En el caso de las bicicletas eléctricas, retira la batería y guárdala en el interior para evitar que se dañe con el frío.